Cuando te das cuenta de que todo se puede ir a la mierda. De que quizá no vuelvas a tener oportunidad. De que las cosas se van cuando menos lo esperas, así, de repente y sin avisar. De que no puedes estar siempre lamentándote ni diciendo lo desdichado que puedes llegar a ser. Que las cosas nunca te salen o al menos no bien. No. Basta. Tienes que vivir. Tienes que valorar lo que posees. A la gente que está contigo. Tienes que vivir cada día como si no hubiera un mañana, porque tal vez, no lo haya...Tienes que aprender a ser feliz con lo que tienes. Y a no dejar marchar a quienes quieres por que puede que te arrepientas de haberles dejado irse....
Amigos como los míos hay pocos, espero que sean para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario